Módulo 1.2. Alimentos, requerimientos, dieta equilibrada y estado nutricional.

8.2.3. Recomendaciones de consumo de hidratos de carbono

El mismo razonamiento empleado con las grasas es aplicable en al caso de los hidratos de carbono, de modo que su  IDR es aquella relacionada con una menor morbilidad.

La estimación de las necesidades de hidratos de carbono parte del cálculo del cociente respiratorio (CR) en diversas situaciones. Por otro lado, se toman como referencia los valores de consumo pertenecientes a los subgrupos de población con menor morbi-mortalidad, así como los resultados obtenidos a partir de estudios epidemiológicos relacionados con el consumo de los diversos tipos de hidratos de carbono y la prevalencia de determinadas patologías. Tomando como base esta información las IDR de hidratos de carbono glicéricos en una dieta equilibrada debe suponer entre el 55 y 60% del gasto calórico total (entre  275 y 300 g para una dieta de 2000 kcal).

Cualitativamente, las recomendaciones hacen hincapié en el predominio de los hidratos de carbono complejos, o de absorción lenta y media (almidones), frente a los de absorción rápida (disacáridos y monosacáridos) dada la relación observada entre dietas ricas en este tipo de glúcidos y patologías como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. En cuanto a los hidratos de carbono no glicémicos (fibra), a tenor de los múltiples estudios que relacionan un determinado patrón de consumo con una menor incidencia de enfermedades tales como el cáncer de colon, el estreñimiento y otras, las recomendaciones apuntan a un consumo diario en torno a  los 30 g, de los cuales al menos la mitad deberían corresponder a fibra fermentable.

* Nota. Las necesidades y recomendaciones de hidratos de carbono se abordan de nuevo en el capítulo 3.

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