Módulo 2.1. Aspectos fisicoquímicos, nutricionales y fisiológicos del agua.

6.1. Factores que afectan a las necesidades y recomendaciones de agua.

Son aquellos que afectan al balance hídrico, diferenciándose tres tipos básicos: 1/ factores asociados a estados fisiológicos característicos, ya sean inherentes al periodo de la vida como la edad, o a circunstancias extraordinarias como la práctica de ejercicio físico, el embarazo o la lactancia; 2/ factores patológicos, que afectan a los mecanismos de regulación neuroendocrina y renal del balance hídrico, así como aquellos que implican grandes pérdidas de líquidos a través de vómitos, diarreas, sudoración, exudación  o hemorragias y  3/ factores ambientales, tales como la dieta, la temperatura y la humedad. 

 A continuación se citan aspectos básicos relacionados con cada uno de los anteriores factores, algunos de los cuales volverán a ser tratados en los sucesivos apartados.

6.1.1. La edad 

Como ya se ha comentado, la edad determina la cantidad de agua corporal siendo  ésta directamente proporcional a los requerimientos. En el recién nacido -con un 80% de su masa corporal en forma de agua- los requerimientos se sitúan en torno a 150 ml/kg/día (o 1,5 ml/kcal metabolizada) manteniéndose estables durante el primer año de vida. De ahí en adelante, los requerimientos descienden paulatinamente hasta 100 ml/kg/día a partir del segundo año, a 90-65 ml/kg/día a los 6 años,  a 65-55 ml/kg/día a los 10 años, a 50-40 ml/kg/día a los 18 años y a 30-35 ml/kg/día en la edad adulta y la vejez.

  • Algo a tener en cuenta:

El lactante satisface el 100% de sus necesidades hídricas a través de la leche materna, sin necesidad de ingerir agua como tal.

 6.1.2. El ejercicio físico.

La actividad física aumenta las necesidades de agua como consecuencia de la aceleración del metabolismo oxidativo celular, lo que implica un notable incremento de las demandas de oxígeno y de la producción de dióxido de carbono, agua y calor residuales. Esto obliga a un mayor ritmo respiratorio así como a una intensa sudoración, procesos asociados a notables pérdidas de agua y solutos que deben ser compensadas mediante una ingesta adecuada.

6.1.3. Embarazo y lactancia

Durante el embarazo y la lactancia el organismo de la mujer entra en un balance positivo de materia en el que el agua juega un papel básico al ser el constituyente principal, tanto del feto como de la leche. Se potencian así mecanismos que mejoran el aprovechamiento de los nutrientes y en especial del agua en aras del desarrollo fetal,  pudiéndose llegar en casos de necesidad a exprimirse las reservas maternas hasta sus límites fisiológicos. Este hecho remarca la importancia de garantizar con holgura los requerimientos nutricionales y de agua por parte de la madre pues, de lo contrario, ésta tenderá a  situaciones de desnutrición y deshidratación. La Food Nutrition Board (FNB) recomienda un consumo diario de 3 litros de agua a las embarazadas y de 3,8 litros a las lactantes.

  • Algo a tener en cuenta:

El volumen de leche producido por la lactante no se ve apenas afectado por estados de deshidratación, lo que da idea del esfuerzo que puede llegara realizar el organismo materno aún a costa de deshidratarse.

VOLVER AL íNDICE 

Páginas: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38