2.3. La molécula de agua
Sea cual sea su origen, durante el transcurso de millones de años se dieron las condiciones necesarias para que suficientes cantidades de O2 e H2 se rompieran y reorganizaran formando la molécula de H2O. En ella el O comparte sus dos e- desapareados (situados en dos orbitales 2p) con los e– de dos átomos de H (situados cada uno en sendos orbitales 1s). Se forman, de esta manera, dos orbitales híbridos sp correspondientes a dos enlaces covalentes. Éstos tienen la particularidad de mostrar cierto carácter iónico ya que, al ser el O un elemento muy electronegativo, tiende a atraer hacia sí a los e– de ambos H dejando a éstos bajo el predominio de las cargas positivas correspondientes a sus respectivos protones. Por contra, el átomo de O se dota de carga negativa al acumular e– en torno a él.
El agua es pues un dipolo, es decir, una molécula que presenta una zona (o polo) con predominio de cargas positivo (situada alrededor de ambos átomos de H) y otra negativo (en torno al átomo de O). Se verá a lo largo de los siguientes apartados que este hecho es clave para entender las propiedades del agua.
* Nota: Los dos orbitales híbridos sp del H2O forman entre sí un ángulo (de 104,5º) que minimiza el solapamiento de cargas eléctricas contrarias, lo que resulta decisivo para remarcar el carácter dipolar de la molécula.