8.5.3. Sobrehidratación en la vejez
Aunque menos frecuentes, también pueden darse casos de sobrehidratación e hiponatremia en ancianos, especialmente en aquellos que padecen trastornos mentales que les inducen a ingerir cantidades desmesuradas de agua (potomania) y que además realizan una ingesta insuficiente de alimentos, así como en ancianos nutridos a través de sondas enterales a los que se les han administrado cantidades elevadas de agua (por ejemplo con motivo del lavado la sonda) y también en los que reciben grandes aportes parenterales de sueros hipotónicos. Los ancianos sometidos a estas circunstancias son muy vulnerables a la sobrehidratación debido a las ya comentadas dificultades a la hora de retener sodio, lo que reduce el margen de dilución de la orina frente a los grandes ingresos de agua, motivo por el cual entran antes en situaciones de balance negativo de solutos.
Otra causa de sobrehidratación, en este caso isotónica, es la inducida por enfermedades renales avanzadas que cursan con oliguria y consiguientemente con retención de líquido y solutos. En estos casos debe ajustarse cuidadosamente el aporte de líquidos, sodio y proteínas de la dieta a la cantidad de orina y sodio excretados. En el caso de pacientes dializados este ajuste se realiza en función de la ganancia ponderal registrada entre cada sesión de diálisis.
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