8.7 Alteraciones del equilibrio hidroelectrolítico producidas por estados patológicos
8.7.1. La diarrea
Se define como diarrea a la emisión frecuente, y por lo general poco controlada, de heces de consistencia líquida que superan los 200 g diarios. Cuando estas deposiciones son abundantes suponen una notable pérdida de agua y electrolitos que, de no compensarse con aportes externos, conducen a cuadros de deshidratación potencialmente graves, en general de tipo isotónico.
Básicamente la diarrea es consecuencia de múltiples factores que pueden entorpecer la recuperación del agua secretada desde el medio interno a la luz del intestino delgado (unos 8 litros diarios). Esta reabsorción tiene lugar mayoritariamente en el colon y cuando es incompleta da lugar a unas heces líquidas y abundantes que arrastran consigo gran cantidad de agua, sales y otros nutrientes.
En nuestro entorno la causa más habitual de diarrea la constituyen las infecciones entéricas producidas por virus, especialmente rotavirus, y por bacterias como la Salmonella, el Campilobácter jejuny y la Escherichia coli. También puede darse diarrea por intolerancia a algunos nutrientes como la lactosa y la fructosa, o por la reacción adversa de la mucosa intestinal frente a algunas proteínas como el gluten. Otro posible motivo de diarrea son patologías intestinales crónicas de tipo inflamatorio que afectan a la capacidad absortiva como el síndrome de Crohn y la colitis ulcerosa. Asimismo sufren diarrea crónica las personas a las que se les ha extirpado la totalidad del colon o bien gran parte del colon derecho. En el medio hospitalario son frecuentes las diarreas producidas por antibióticos como el amoxiclavulánico, que producen desequilibrios en la flora bacteriana intestinal manifestados con el predominio anormal de Clostridium difficile. También, son típicos los casos de diarrea secundaria a la inflamación de la mucosa intestinal en pacientes tratados con radioterapia (mucositis rádica) y también en pacientes afectados de VIH que sufren enteroinfecciones oportunistas.
Por norma general la diarrea de origen infeccioso es de tipo agudo y se resuelve en un plazo cercano a una semana. En el resto de casos, excepto en los colectomizados, la diarrea desaparece cuando se trata o elimina el factor causante, por ejemplo cuando se elimina la lactosa de la dieta, se controla el brote inflamatorio o se suspende el tratamiento antibiótico según sea el caso.
En el tercer mundo el principal motivo de diarrea es la infección por Vibrium cholerae (cólera) y por otros microbios transmitidos a través del agua de bebida y que son causantes de disentería como la Entamoeba histolytica (amebiasis) y bacilos como la Shigella (sigelosis). En estos casos la diarrea es profusa y persistente debido a la falta de tratamiento adecuado y a las continuas reinfecciones. Suele combinarse con estados de desnutrición, siendo una de las principales causas de muerte entre la población infantil y senil.
- Algo a tener en cuenta:
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los países en vías de desarrollo la diarrea aguda alcanza una mortalidad anual cercana a los 3 millones de personas. En cambio en los países industrializados se producen unos 38 millones de casos al año con una escasa mortalidad de 325-345 muertes anuales y con una tasa de hospitalización del 9% en niños menores de 5 años siendo, no obstante, una de las principales causas de hospitalización entre la población infantil.
Dependiendo del factor causante, la diarrea puede ser osmótica o secretora
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