8.1.1. Tres tipos básicos de deshidratación
* Hipertónica o hiperosmolar. Se da cuando la deficiencia de agua excede a la de sales debido a un aumento de las pérdidas insensibles por transpiración y fiebre, o bien a una acusada disminución de la ingesta hídrica. También puede darse en casos de enfermedades como la diabetes insípida (falta de ADH). Este tipo de deshidratación afecta, tanto al volumen extracelular, como al intracelular que ceden agua en dirección al plasma y al medio intersticial respectivamente a fin de compensar el incremento de la concentración.
* Hipotónica o hipoosmolar. Se produce cuando la deficiencia de sal excede a la de agua debido, por ejemplo, a una deficiencia corticosuprarenal con déficit de aldosterona (como hipoaldosteronismo o enfermedad de Addison), a enfermedades renales que afectan a la capacidad de reabsorción tubular de sodio o a tumores hipofisarios que anulan la producción de hormona estimulante de la corteza suprarrenal (ACTH). Otra causa es la restricción dietética de sal paralela a la toma de diuréticos que aumentan la natriuresis. La deshidratación hipotónica da lugar a una severa reducción del volumen extracelular y plasmático, acompañada de un incremento del volumen intracelular, expandido como consecuencia de asumir agua del medio hipotónico circundante.
* Isotónica o isoosmolar. Se produce si la deficiencia de agua y sales es proporcional como consecuencia de la pérdida de grandes cantidades de líquidos orgánicos isotónicos. Puede darse por trastornos gastrointestinales que cursan con diarreas abundantes y también tras hemorragias intensas y tras pérdidas de fluidos extracelulares debidas a quemaduras extensas. La deshidratación isotónica va ligada a una marcada disminución del volumen extracelular frente a un volumen intracelular que apenas decrece.
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