Módulo 3.1. Naturaleza, tipos y propiedades nutricionales de los Hidratos de Carbono

2.4. Funciones de los H de C glicémicos

2.4.1. Función energética

 

Es este el principal cometido de los H de C glicémicos ya que el organismo extrae de ellos el combustible de preferencia para todas sus células: la glucosa. En concreto, a partir de 1 g de H de C glicémico se obtienen una media de 4 kilocalorías. Tanto la fructosa como la galactosa ejercen un papel energético similar al de la glucosa, aunque su importancia cuantitativa es menor dada su inferior presencia en la dieta, de hecho ambos monosacáridos son transformados en energía por vías similares a las de la glucosa. Véanse las figuras 3.19 y 3.20.

La energía obtenida a través de la glucosa es la única válida para mantener a medio y largo plazo las funciones de células tan importantes como las del cerebro, las sanguíneas, las del músculo cardiaco, las de la  córnea, y las de la médula renal entre otras. No obstante, dado que el organismo  es incapaz de almacenar grandes cantidades de H de C (solo cuenta con las limitadas reservas de glucógeno hepático y muscular),  se trata necesariamente de una energía para usar a corto y medio plazo. Por este motivo, el organismo ha adaptado sus propias reservas energéticas transformando los excesos puntuales de glucosa en grasa almacenable.

  • Algo a tener en cuenta:

Los H de C proporcionan entre el 40 y el 80 % de las calorías consumidas por la Humanidad.

2.4.2. Función estructural

La estructura del cuerpo humano, compuesta por agua, grasa, proteínas y minerales no deja espacio a los H de C, de tal modo que éstos no desempeñan por sí solos ningún papel destacado en la construcción de los tejidos. Por este motivo, los H de C, carecen de función estructural. No obstante, desde un punto de vista molecular podría considerarse el papel estructural de la glucosa que, en asociación con moléculas de carácter estructural como proteínas (glicoproteínas) y grasas (glicolípidos) aparece integrada en estructuras tan importantes como la membrana celular. Asimismo la ribosa forma, junto con las bases nitrogenadas (adenina, guanina, citosina, timina y uracilo), los nucleótidos constitutivos del material genético (ADN y ARN).

2.4.3. Función reguladora

Ningún H de C glicémico participa directamente en procesos de  regulación metabólica, dichas tareas recaen en otros nutrientes como las proteínas, las grasas, las vitaminas y los minerales.

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