Módulo 3.1. Naturaleza, tipos y propiedades nutricionales de los Hidratos de Carbono

 4.8. Regulación de la utilización de la glucosa

 

La regulación del metabolismo glucídico corre a cargo de hormonas como la insulina, el glucagón, la adrenalina y la noradrenalina.

4.8.1  La insulina

Es la hormona que habilita la utilización de la glucosa al propiciar su entrada en el interior de las células. La insulina es liberada por el páncreas como respuesta al incremento de la glicemia producido tras la ingestión de H de C glicémicos. La cantidad de insulina en sangre (insulinemia) dependerá de varios factores como la cantidad de H de C glicémicos ingeridos, su distribución a lo largo del día, su ritmo de asimilación y las mayores o menores demandas de glucosa por parte de las células.

* Acciones de la insulina

El principal objetivo de la insulina es retirar el exceso de glucosa que llega a la sangre manteniendo su concentración estable dentro de unos límites concretos (aproximadamente entre 80 y 110 mg/dl). Para conseguirlo, la insulina favorece el ingreso de la glucosa en todas las células del organismo, especialmente en las musculares, donde es utilizada como fuente de energía. Por otro lado, cuando el aporte glucídico supera las demandas energéticas, la insulina promueve el almacenamiento de glucosa en forma de glucógeno, tanto en el músculo como en el hígado, así como el envío de los excedentes hacia el hígado y los adipocitos, donde son transformados en grasas (triglicéridos) y almacenadas en el tejido adiposo. Otro importante efecto de la insulina es el aumento del anabolismo proteico (síntesis de proteínas).

Como consecuencia principal, la elevación de la insulinemia produce una rápida disminución de la glicemia en paralelo a la reposición de los almacenes de glucógeno hepático y muscular (glocogenogénesis). Así mismo,  propicia un notable incremento del “tráfico” plasmático de grasas, especialmente de triglicéridos, que viajan desde el hígado hacia los tejidos adiposos periféricos.

* Nota: El transporte de las grasas  a través de la sangre será descrito al detalle en el bloque didáctico dedicado a las Grasas.

 4.8.2.  glucagón, la adrenalina y la noradrenalina

A medida que la glicemia desciende, el páncreas aminora la producción de insulina y aumenta la de glucagón, lo que produce una recuperación paulatina de la glicemia.

* Acciones del glucagón, la adrenalina y la noradrenalina

El glucagón es una hormona segregada por las células alfa de los islotes pancreáticos. La primera acción del glucagón es la de estimular la glucogenolisis hepática con la consiguiente liberación de glucosa. Por su parte otras hormonas como la adrenalina movilizan el glucógeno muscular.  Cuando las reservas de glucógeno se agotan, la drástica bajada en los niveles de insulina, unida a la acción combinada del glucagón y de otras hormonas contrarreguladoras como la noradrenalina y la adrenalina, estimulan los procesos de gluconeogénesis por los que se movilizan proteínas y grasas para su transformación en glucosa. La adrenalina y la noradrenalina segregadas en la corteza suprarrenal actúan, tanto en situaciones de ayuno o de déficit alimentario de glucosa, como en situaciones de nerviosismo o estrés. En este último caso, la acción hormonal pone al organismo en una situación de alerta que le permite reaccionar con brío ante cualquier peligro, de modo que habilita una primera remesa de glucosa lista para ser utilizada como fuente de energía inmediata.

VOLVER AL ÍNDICE

Páginas: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47