* Dietas fraccionadas en ingestas regulares cada 4 y 6 horas
Cuando se controla la acidosis metabólica, se retira la bomba de insulina, que pasa a ser inyectada por vía subcutánea, y se frecuentemente se suspende la administración parenteral de glucosa. A partir de este momento comienza a administrarse insulina rápida en dosis regulares de 4 ó 6 horas. En general, se tiende a cubrir el 100% de las necesidades insulínicas con pautas fraccionadas de insulina rápida (actrapid®) y, menos frecuentemente, con análogos como glargina o lispro. Este tipo de pauta insulínica es también la empleada inicialmente en casos de debut diabético que cursan con cetosis pero que aún no han evolucionado hasta la cetoacidosis.
Las dietas prescritas en esta fase del tratamiento suelen recibir el nombre de dietas diabéticas de ritmo de 4 ó 6 horas, en función de la pauta insulínica programada: 4 ó 6 dosis de insulina rápida respectivamente, distribuidas de forma regular a lo largo de las 24 horas. El objetivo principal es coordinar la administración discontinua de la insulina con una alimentación variada y fraccionada (en 4 ó 6 ingestas posteriores a cada pinchazo de insulina). Para ello se realizan frecuentes controles de la glicemia capilar pre y postpandrial, según los cuales se ajusta la pauta de insulina y el aporte glucídico de la dieta. Dado que durante este periodo los pacientes se encuentran aún en fase de cetosis (manifestada generalmente por cetonemia y cetonuria) estas dietas también suelen conocerse como dietas para cetosis. El objetivo dietoterapéutico en esta fase de la intervención es corregir paulatinamente la hiperglicemia y la cetosis, lo que se verifica cuando se reducen paulatinamente de la orina la glucosa (glucosuria) y los cuerpos cetónicos (cetonuria).
