4.1.2. Funciones de los triglicéridos
* Almacén de energía
Junto a la glucosa, las grasas son los principales combustibles energéticos para el organismo. Cabe recordar que el principal paso previo para la conversión de cualquier sustrato (grasa, hidrato de carbono o proteína) en energía es su transformación en acetil-CoA: compuesto que, a modo de “leña”, es capaz de alimentar a los “hornos” productores de energía (ciclo de Krebs y fosforilación oxidativa). En caso de exceso de combustibles, el acetil-CoA sobrante es transformado en ácidos grasos que se ordenan en forma de triglicéridos. Éstos se almacenan dentro de células especializadas denominadas adipocitos constitutivas del tejido adiposo, localizado por toda la superficie corporal pero especialmente en el abdomen (hombres) y en glúteos y muslos (mujeres en edad fértil).
- Algo a tener en cuenta:
El organismo es capaz de transformar eficazmente cualquier exceso de materiales energéticos en triglicéridos, constituyendo una amplia reserva de ácidos grasos que pueden ser convertidos en energía cuando sea necesario.
* Estructura de protección y aislante térmico
Los triglicéridos desempeñan un importante papel estructural como constituyentes del tejido adiposo subcutáneo, situado entre la piel y el músculo esquelético, que sirve de almohadilla protectora frente a golpes y, al mismo tiempo, de aislante térmico que impide la fuga del calor corporal. Por otro lado, los triglicéridos forman una capa de grasa visceral alrededor del corazón, de los riñones y del hígado que contribuye a la protección y a la sujeción de dichos órganos dentro de sus respectivas cavidades.
- Algo a tener en cuenta:
La grasa visceral no es utilizada como fuente de energía salvo en situaciones extremas de desnutrición, dado que de su función estructural depende, en buena medida, la integridad de los órganos vitales y su pérdida podría acarrear consecuencias negativas para la salud.
La conocida como obesidad de “manzana” o tronco-torácica, observada especialmente en hombres, propicia un aumento de la grasa visceral asociada a un incremento de la morbilidad cardiovascular.