4.2.2. Funciones de los fosfolípidos
Los fosfolípidos se extienden por todos los tejidos como base estructural de las membranas celulares, de cuya formación y mantenimiento depende el equilibrio metabólico y fisiológico que rige todas las funciones del organismo. En concreto las cardiolipinas aparecen en la membrana interna de las mitocondrias.
Dentro del medio acuoso que es el organismo, formado en un 60% por agua, los fosfolípidos se asocian entre si uniendo sus partes hidrófobas y exponiendo al medio sus partes hidrófilas De este modo las moléculas fosfolipídicas tienden a agruparse formando una superficie de doble capa cuya cara interna corresponde a los ácidos grasos liposolubles y la externa a los grupos afines al agua. Esta bicapa fospolipídica es la que, junto a ciertas proteínas y al colesterol, constituye las membranas biológicas En el agua la bicapa simple se cierra sobre si misma formando una estructura denominada liposoma.
Aunque la función primordial de los fosfolípidos es estructural, sus ácidos grasos son también utilizados como base para la síntesis de ácidos grasos de gran transcendencia biológica como el ácido araquidónico y el ácido eicosapentanopico, precursores de las prostaglandinas.
Si bien tanto los ácidos grasos como el glicerol contenido en los fosfolípidos pueden ser utilizados con fines energéticos, ésta no resulta ser su función primordial.