Módulo 4.1. Naturaleza, tipos y propiedades nutricionales de los lípidos

4.2.3. “Fuentes” de fosfolípidos

 

El cuerpo no incorpora fosfolípidos directamente de los alimentos sino que los sintetiza atendiendo a las demandas generadas por la necesidad de ampliación y constante renovación de los tejidos con la consiguiente fabricación de membranas celulares.  Para esta fin son utilizados ácidos grasos esenciales y no esenciales procedentes de las grasas alimentarias y del propio organismo en combinación con compuestos polares tales como la colina, la serina o el inositol.

  • Algo a tener en cuenta: La fluidez de las membranas celulares y la insaturación de los ácidos grasos.

La mayor o menor insaturación de al menos uno de los dos ácidos grasos que componen los fosfolípidos,  implica que la membrana presente una relativa fluidez gracias a la que es capaz de albergar proteínas. Éstas desempeñan funciones clave en el metabolismo celular como el reconocimiento hormonal y antigénico y el control de paso de las múltiples sustancias que entran y salen de la célula. Cabe recordar que las variedades TRANS de los ácidos grasos insaturados (más viscosas), al tener una notable tendencia a incorporarse a los fosfolípidos,  pueden llegar a alterar la normal fluidez de las membranas acarreando consecuencias negativas para la salud.

  • Algo a tener en cuenta: La oxidación de las membranas celulares.

La existencia de ácidos grasos insaturados formando parte de los fosfolípidos implica que las membranas son potencialmente oxidables. Como se recordará, la oxidación de los ácidos grasos  vendrá favorecida por su mayor grado de insaturación,  por las TRANS-insaturaciones y por la escasez de sustancias antioxidantes en el medio que les rodea.  Junto a las posibles alteraciones de su fluidez, la oxidación de las membranas contribuye a la aparición de cambios que pueden afectar al metabolismo celular.

  • Algo a tener en cuenta. Consideraciones sobre el uso de suplementos dietéticos de fosfolípidos (lecitinas):

Los extractos de fosfolípidos como la lecitina de soja suelen indicarse a modo de suplementos dietéticos de ácidos grasos insaturados a personas con niveles elevados de colesterol o de triglicéridos, máxime  si aportan ácidos grasos de la serie omega 3 como el linolénico, de efectos protectores frente al riesgo cardiovascular. Asimismo, el interés nutricional de estos productos viene dado por ser vehículos de ácidos grasos esenciales, con lo que pueden ser administrados como suplementos en situaciones carenciales.

VOLVER AL ÍNDICE

Páginas: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64