4.5. Lípidos no relacionados con los ácidos grasos: los isoprenoides
Derivan de un compuesto hidrocarbonado llamado isopreno, diferenciándose varios tipos: los esteroides, los retinoides, las filoquinonas, los tocoferoles, y los carotenoides.
Las grasas esteroideas presentan una estructura cíclica basada en el esterano, estructura cíclica basada en el isopreno, a partir de la cual se fundamentan una serie de lípidos de gran importancia biológica como el colesterol, las hormonas esteroideas, la vitamina D y los ácidos biliares. Aunque el esterano puede ser sintetizado de novo una cantidad considerable es obtenida mediante el reciclado de lipidos esteroideos como las sales biliares y el colesterol.
4.5.1. El colesterol
* Naturaleza y funciones del colesterol
El colesterol constituye la principal fuente de esterano para la fabricación de hormonas, sales biliares y sustancias precursoras de la vitamina D. Por otro lado, desempeña una función estructural clave en la constitución del citoesqueleto ya que forma parte de las membranas celulares en asociación con los fosfolípidos y las proteínas.
Dadas sus amplias implicaciones y su carácter versátil y reciclable, existe un notable trasiego plasmático de colesterol de diversos orígenes: el formado a partir del esterano de nueva síntesis, el reincorporado tras la asimilación parcial de la bilis, el obtenido del esterano derivado de las hormonas esteroideas y de las sales biliares recicladas, el procedente del desmantelamiento celular (recuperado de las membranas) y el llegado con los alimentos. Como se tratará más adelante, las características que rodean el tráfico sanguíneo de colesterol influirán en el origen y en el desarrollo de las enfermedades vasculares.
A pesar de que sin él la vida no sería posible, el colesterol soporta una negativa consideración en relación a las enfermedades cardiovasculares basada en que para su transporte debe unirse a ácidos gasos formando ésteres de colesterol, los cuales pueden presentar una notable tendencia a agregarse y contribuir a la formación de placas de ateroma, especialmente si contienen ácidos grasos saturados u oxidados.
A parte de la producción de novo, acaecida principalmente en el hígado y, en menor medida, en el intestino, el organismo obtiene importantes remesas de colesterol reciclando otros lípidos esteroideos como los ácidos biliares, así como los restos de colesterol contenidos en las membranas de los tejidos caducados. Esta doble vía de suministro ha de cubrir la intensa demanda de colesterol necesaria para la producción constante de hormonas esteroideas, sales biliares, provitamina D y, sobre todo, para la para la renovación celular. Existe una tercera fuente de colesterol: la dieta.