Módulo 4.1. Naturaleza, tipos y propiedades nutricionales de los lípidos

8.1.3. Utilización de los ácidos grasos como fuente de energía

Una vez en el citoplasma de las células consumidoras, los ácidos grasos penetran en las mitocondrias donde son convertidos en acetil-CoA.  Este es un proceso complejo ya que los ácidos grasos deben activarse  previamente mediante su interacción con el coenzima A dando lugar al complejo acil-CoA. En un principio, este complejo es incapaz de ingresar en la mitocondria ya que la membrana interna mitocondrial le es impermeable.  Para salvar esta barrera, los ácidos grasos se desprenden del coenzima A y se unen a la carnitina (amina cuaternaria derivada de los aminoácidos lisina y metionina)  junto al que forman el compuesto acil-carnitina, capaz de difundir hacia el interior de la  mitocondria. Una vez en la matriz mitocondrial, el ácido graso se separa de la carnitina y se une a coenzima A intramitocondrial regenerándose el complejo ácido graso-coenzima A (acil-CoA).

El complejo acil-CoA sufre entonces un proceso degradativo conocido como betaoxidación que deriva en la producción de importantes cantidades de acetil-CoA. Tal sustancia es, como se ha mencionado en anteriores capítulos, la “leña” que alimenta a los “hornos” productores de ATP, es decir, al conjunto de procesos oxidativos mediante los cuales las células consiguen la mayor parte de su energía: el ciclo de Krebs y la fosforilación oxidativa.  Véanse la figuras 4.48 y 4.49.

VOLVER AL ÍNDICE

Páginas: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64