9.4.10. Consumo de esteroles y estanoles vegetales
Los esteroles vegetales o fitosteroles (campesterol, sistoterol, stigmasterol, etc.) aparecen en pequeñas cantidades como componentes naturales de alimentos vegetales tales como aceites de semillas (maíz, soja, girasol, colza, etc.), aceite de oliva, ciertas verduras, legumbres y frutos secos, entre otros, encontrándose también trazas de su forma hidrogenada o estanol (campestanol, sistotanol y stigmastanol) en los mismos alimentos. Estos lípidos tienen la propiedad de interferir en la asimilación del colesterol alimentario y biliar, lo que puede redundar en una reducción de la colesterolemia total que afecta epecialmente al LDL-colesterol. Aunque las cantidades ingeridas espontáneamente por el consumo de alimentos vegetales (menos de 0,2 g/día) no alcanzan a producir el anterior efecto, sí lo hacen ingestas entre 1,5 y 3 g/día, posibles gracias a la suplementación con fitoesteroles y estanoles (éstos últimos sintetizados mediante la hidrogenación de fitosteroles) de alimentos tales como leches fermentadas (Danacol ® y Benecol ®) y margarinas (Flora pro-activ ®).
El consumo sostenido, igual o superior a 3 semanas, de unos 2 g/dia de esteroles/estanoles consigue reducciones de la colesterolemia en torno al 10%, pudiendo llegarse a porcentajes algo superiores (hasta un 15%) si se combina con dietas bajas en colesterol y bien balanceadas en sus proporciones de grasas saltuaradas e insaturadas. Ingestas superiores a los 3 g diarios no consiguen reducciones superiores de la colesterolemia y por lo tanto se desaconsejan ya que, por otro lado, pueden interferir en la asimilación de vitaminas liposolubles. En general el efecto de estreroles/estanoles vegetales se potencia cuando se ingieren con las comidas principales.
Los alimentos funcionales suplementados con esteroles/estanoles vegetales se han convertido en un arma terapéutica más en el control de la hipercolesterolemia.
- Algo a tener en cuenta. Niveles de interferencia en el proceso de asimilación del colesterol por parte de los esteroles y estanoles vegetales:
1º nivel. Competencia a nivel micelar. Igual que el colesterol de la dieta, los esteroles y estanoles vegetales llegan al duodeno unidos a un ácido graso (en forma de ésteres) y sufren igualmente la hidrólisis de las lipasas pancreáticas que separan al esterol del ácido graso. Ambas sustancias se ubican en el interior de las micelas para su transporte y asimilación a través de la membrana enterocítica. La incorporación de esteroles/estanoles vegetales a las micelas entra en competencia directa con la del colesterol dietético/biliar, parte del cual queda fuera de la micela sin posibilidad de ser asimilado.
2º nivel. Expulsión del enterocito. Una vez en el interior del enterocito, los esteroles y estanoles vegetales, apenas son reconocidos por las ACAT (enzimas acil-colesterol-acil-transferasas o ACAT) con lo cual no son reesterificados para su incorporación a los quilomicrones. La acumulación de esteroles y estanoles libres en el enterocito activa el sistema transportador ABCA1 que los expulsa hacia la luz intestinal.
3º nivel. Estimulación de la expresión de transportadores ABCA1. La presencia conjunta en las micelas de colesterol dietético/biliar y esteroles/estanoles vegetales (especialmente el sistotanol) supone una mayor expresión de proteínas transportadoras ABCA1enterocíticas , lo que tiene como consecuencia un incremento del reflujo, no solo de esteroles/estanoles vegetales, sino de colesterol no esterificado desde el interior del enterocito a la luz intestinal. Este hecho supone el una mayor tendencia al retroceso hacia la membrana luminal y su posterior expulsión del colesterol captado por el enterocito, antes de su esterificación e incorporación al quilomicrón.