13.3. Dietas hospitalarias indicadas para las EEII
Como ya se ha comentado la estrategia nutricional frente a las EEII se basa en la administración precoz de una dieta hipercalórica e hiperproteica que cubra holgadamente los requerimientos nutricionales de un paciente generalmente desnutrido. Para conseguirlo suele ser necesario administrar desde el primer día fórmulas específicas de nutrición enteral combinadas con una dieta oral progresiva compuesta por alimentos de fácil digestión y asimilación. El fin, en todo caso, debe ser el reestablecimiento y el mantenimiento de un adecuado estado nutricional sin interferir en la recuperación de la mucosa. Mas allá de los objetivos nutricionales, numerosos estudios han demostrado el importante papel de la nutrición en la remisión del brote inflamatorio, considerándola parte esencial del tratamiento.
13.3.1. La nutrición artificial
Se basa en la administración oral o por sonda enteral de fórmulas nutricionales completas de composición definida. Generalmente están exentas de lactosa y presentan un contenido graso en torno al 30% de la energía, con una alta proporción de MCT (20-30% de la grasa total) y una elevada relación de ácidos grasos mega 3 (linolénico, eicosapentanoico y docosahexanoico) respecto a omega 6 (linoleico y araquidónico). El aporte proteico de las fórmulas puede oscilar entre el 15 y el 25% de la energía total. Su contenido de fibra es variable, optándose en algunos casos por la exención de residuos, aunque son cada vez más los partidarios de emplear fórmulas que incorporen fibras fermentables.
- Algo a tener en cuenta:
Existen fórmulas enterales específicas para la enfermedad de Crohn, como es el caso de Modulen ®, que incorporan ciertos péptidos de origen lácteo (Transforming Grow Factor o TGF-beta 2) a los que se les atribuye un efecto modulador de la respuesta inmune e inflamatoria.
En cuanto a la nutrición parenteral (por vía venosa), sólo está indicada en situaciones muy graves de malabsorción y en caso de obstrucción intestinal.