* Resumen de los principales aspectos nutricionales relacionados con las enfermedades inflamatorias intestinales
- Tanto la enfermedad de crohn como la colitis ulcerosa implican un daño en la mucosa intestinal que determina una situación de malabsorción especialmente acusada en el caso de las grasas y la lactosa.
- Esta circunstancia suele producir estados de desnutrición que empeoran el estado de la mucosa.
- El objetivo del soporte nutricional es doble:
1) Restablecer un buen estado nutricional
2) Favorecer la recuperación de la mucosa intestinal
- En el soporte o estrategia nutricional se distinguen dos periodos:
Primer periodo: coincide con la fase aguda de la enfermedad y con la aparición del brote inflamatorio agudo. En él puede instaurarse nutrición artificial (dietas enterales o parenterales) en paralelo a una dieta oral progresiva en tres fases (líquida, semilíquida y sólida o completa) caracterizada por el bajo aporte de grasas LCT y su sustitución parcial con grasas MCT, por la ausencia total de lactosa y por el aporte controlado de fibra fermentable. Esta progresión oral incluye alimentos de fácil digestión y excluye los alimentos irritantes y/o flatulentos.
Segundo periodo: corresponde a la fase de remisión que sigue a los brotes inflamatorios. Durante esta etapa, en función de la tolerancia individual, vuelven a introducirse paulatinamente los alimentos excluidos hasta alcanzarse una pauta de alimentación normalizada, aunque moderada en grasas y alcohol.
- Las gasas predominantes en la dieta tras la recuperación del brote han de ser las monoinsaturadas (aceite de oliva) con una reducción muy significativa de las poliinsaturadas omega 6 (aceites de semillas) y un aumento de las poliinsaturadas omega 3 (pescados azules, frutos secos como las nueces y semillas como el lino).