Módulo 4.2. Fisiopatología relacionada con el consumo de los lípidos.

16.3. Absorción del alcohol

 

El etanol se absorbe de forma directa atravesando por difusión pasiva la mucosa gástrica y duodenal. Viaja disuelto por el torrente sanguíneo mayoritariamente hacia el hígado, donde es  metabolizado.

16.4. Utilización orgánica del alcohol

El etanol es una sustancia totalmente prescindible para el organismo dado que no desempeña ninguna función relevante en su funcionamiento. Esto queda demostrado por el hecho de que no existen fuentes directas de alcohol en la Naturaleza y por la carencia en el organismo de sistemas metabólicos especializados en su síntesis o en su acumulación. Contrariamente, la llegada de alcohol representa un peligro potencial para el equilibrio orgánico dado que, aún en cantidades moderadas, puede ser causa de alteraciones neurológicas (mareo, pérdida de reflejos…) y en mayores proporciones, de toxicidad hepática e incluso de muerte. Por tales motivos, el cuerpo humano ha adaptado mecanismos muy eficaces para “protegerse” el alcohol, siendo éste el principio básico que rige su metabolismo.

  • Algo a tener en cuenta:

Si no se consume alcohol su tasa en la sangre (la tasa de alcoholemia)  es prácticamente cero. Dependiendo de la sensibilidad de cada persona, cuando la alcoholemia  alcanza de  0,5 a 1 g por litro comienzan a producirse los síntomas propios de un estado de embriaguez. A medida que la alcoholemia aumenta, se entra en una fase de intoxicación etílica que puede acabar con la muerte si se alcanzan cifras en torno a  5,5 g por litro.

Más del 80% del alcohol asimilado es metabolizado en el hígado, menos del  20% lo es en los tejidos periféricos (músculo y tejido adiposo principalmente) y entre el 1% y el 2% es eliminado directamente a través de la respiración.

En el citoplasma de los hepatocitos el alcohol sufre una degradación mediada por dos enzimas: la alcohol y la aldehído deshidrogenasa. La primera permite el paso de etanol a acetaldehído (compuesto de gran toxicidad). A continuación la acetaldehído deshidrogenasa transforma el acetaldehído en ácido acético o acetato. Una cierta cantidad de acetato es liberada al torrente sanguíneo viajando hacia los tejidos periféricos donde se convierte en acetil-CoA, utilizado como fuente de energía o como base para la síntesis de triglicéridos. Otra parte del acetato permanece en el hígado dando lugar, así mismo, a acetil-CoA, que sirve para la síntesis de ácidos grasos almacenables en forma de triglicéridos. La degradación metabólica del alcohol supone una rentabilidad energética cifrada en 7,1 kilocalorías por gramo.

  • Algo a tener en cuenta:

Como consecuencia de su metabolización, el alcohol desaparece paulatinamente del organismo al ser convertido en ácidos grasos y en energía.

  • Algo a tener en cuenta:

Desde el punto de vista nutricional, las calorías aportadas por el alcohol se consideran “calorías vacías” dado que no van acompañadas de ninguna característica funcional propia de los nutrientes energéticos (hidratos de carbono, grasas y proteínas). Por otro lado, experimentalmente se ha demostrado que  la energía aportada por el alcohol no supone un incremento de peso equivalente al producido por las calorías procedentes de los principios inmediatos.

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