Módulo 6.1. Idea de «Vitamina» y Vitaminas Liposolubles

4.7. Exceso y toxicidad de la  vitamina A

El retinol y el retinal son tóxicos si se consumen en cantidades muy superiores a las demandas reales. Esta circunstancia puede darse, por ejemplo, durante el tratamiento del acné rebelde a base de altas dosis de retinol (lo que produce una fuerte descamación epidérmica), o bien en casos de consumo descontrolado y masivo de suplementos dietéticos de retinol. Sin embargo, es muy improbable sufrir intoxicaciones por retinol a través de los alimentos usuales. Por lo demás, la ingestión de elevadas cantidades de betacarotenos no produce una toxicidad evidente.

  • Algo a tener en cuenta:

Hace décadas se observaron casos de intoxicación por vitamina A en esquimales que ingerían regularmente hígado de oso polar ya que este alimento puede llegar a contener cantidades tóxicas de retinol.

La toxicidad de la vitamina A se debe a que puede acumularse en grandes cantidades en el  hígado, donde es capaz de producir daños estructurales y funcionales. Este exceso induce asimismo a alteraciones en la piel y en las mucosas que se manifiestan con descamaciones, irritación y atrofia epitelial. Por otro lado, los tratamientos basados en altas dosis de retinol, como el del acné rebelde, están totalmente contraindicados durante el embarazo ya que pueden originar malformaciones de los tejidos fetales (efectos teratogénicos).

4.8. Dieta y vitamina A

La amplia distribución de la vitamina A, tanto en forma de betacarotenos como de retinol y retinal, abarca a una gran variedad de alimentos vegetales y animales por lo que sus aportes mínimos recomendados están prácticamente asegurados siguiendo una dieta más o menos variada. Véase tabla 6.1.

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