Módulo 6.1. Idea de «Vitamina» y Vitaminas Liposolubles

7.6. Deficiencia y exceso de vitamina K

 

Es raro encontrar casos de déficit de vitamina K en países desarrollados, de hecho sus necesidades son tan bajas y su extensión alimentaria tan difusa que suelen cubrirse los requerimientos mínimos siguiendo dietas muy diversas.

Igual que ocurre con el resto de vitaminas liposolubles, pueden darse raros casos de deficiencia debidos a enfermedades que afectan a la normal absorción de las grasas. Por otro lado, los recién nacidos, al carecer de flora intestinal, no disponen de una de las principales fuentes de filoquinona y presentan un cierto riesgo de carencia que suele resolverse añadiendo pequeñas cantidades de vitamina a las leches adaptadas (fórmulas infantiles). Este mismo riesgo de carencia lo sufren las personas que han sido sometidas a la extracción de una parte importante de su intestino grueso, pues es allí donde residen las bacterias productoras de vitamina K. Asimismo, puede darse falta de filoquinona en personas que siguen tratamientos antibióticos prolongados dado que ésos pueden suponer una merma importante de la flora intestinal.

A pesar de todo, es poco usual observar los síntomas característicos de la falta de vitamina K en seres humanos. No obstante, un régimen carente por completo de filoquinona, unido a una escasa producción bacteriana, conduciría a medio plazo a un deterioro en la capacidad de coagulación. Por otro lado, la implicación de la vitamina K en  el desarrollo y el mantenimiento del esqueleto revela que su déficit también puede acarrear alteraciones en la estructura y el desarrollo óseos, así como en el control de la calcemia; en este sentido la población de mayor riesgo la constituyen los recién nacidos.

En cuanto al exceso, no se conocen situaciones de toxicidad producidas por un exagerado consumo de alimentos ricos en vitamina K, ni siquiera en forma de suplementos vitamínicos con dosis superiores a las recomendaciones nutricionales.

  • Algo a tener en cuenta:

Uno de los matarratas más eficaces es la cumarina: sustancia antagonista de la vitamina K que toma el lugar de ésta en el proceso de coagulación de la sangre bloqueándolo. Así, cuando la cumarina es ingerida por las ratas éstas comienzan a padecer hemorragias que, en el caso de las hembras, son mortales durante la menstruación. Por otro lado, los derivados dicumarínicos, como es el caso del acenocumarol (sintrom ®) o la warfarina, son utilizados farmacológicamente como anticoagulantes para la prevención y tratamiento de patologías trombóticas.

  •  Algo a tener en cuenta.  Control de la ingesta de vitamina K en pacientes sometidos a tratamiento descoagulante.

Dado el papel antagonista de la vitamina K respecto al efecto anticoagulante de la warfarina, aquellos pacientes que realizan elevadas ingestas de la vitamina precisan de dosis mayores del fármaco para mantener el estado de antiagregación adecuado y, al contrario, aquellos cuyas ingestas de filoquinona son por lo general bajas, necesitarán someterse a dosis menores sopena de entrar en riesgo de una excesiva descoagulación.  Para evitar posibles desfases entre la dosis del fármaco y la ingesta vitamínica, es adecuado informar al paciente sobre las principales fuentes alimentarias de vitamina K con el fin de que éste pueda realizar un ingreso regular de la misma evitando el paso brusco del exceso a situaciones carenciales. En algunos casos la suplementación controlada de vitamina K puede estar indicada para moderar los efectos del tratamiento anticoagulante en pacientes con niveles de descoagulación demasiado elevados. 

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