3. Carácter esencial, clasificación y denominación de las vitaminas
El carácter esencial de las vitaminas viene marcado por el hecho de que sin su concurso la Vida no es posible y de que ninguna de ellas puede ser producida por el organismo de manera que se cubran el total de las demandas. Por este motivo, las vitaminas deben incorporarse ineludiblemente a través de los alimentos.
La principal característica fisicoquímica que permite clasificar a las vitaminas es su capacidad para disolverse en el agua o en la grasa contenida en los alimentos. Así, mientras unas aparecen disueltas en aceites vegetales y en grasas animales (vitaminas liposolubles), otras lo hacen en los fluidos orgánicos acuosos contenidos en la leche, las carnes y los pescados, así como en frutas, en verduras y en cereales (vitaminas hidrosolubles).
Existen 3 maneras básicas de nombrar a las vitaminas: la primera es mediante una letra mayúscula, por ejemplo: la vitamina C; la segunda corresponde a la denominación bioquímica de la sustancia: vitamina C o ácido ascórbico y la tercera hace alusión a la enfermedad que se produce por la carencia de la vitamina en cuestión: vitamina C o ácido ascórbico o factor antiescorbuto.
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