16.7. Situaciones que conducen a la falta de vitamina B12 y de ácido fólico
Pueden ser debidas a situaciones prolongadas de carencia alimentaria, especialmente en periodos en los que aumentan las necesidades, como el embarazo y la lactancia, así como durante el curso de enfermedades que afectan a la asimilación de la cobalamina, o bien que exacerban su eliminación.
16.7.1. Seguimiento de dietas pobres en vitamina B12 y ácido fólico
En el caso de la vitamina B12, pueden darse carencias en personas que siguen dietas vegetarianas estrictas ya que la cobalamina se encuentra exclusivamente en alimentos de origen animal. No obstante, hay que tener en cuenta la producción bacteriana, si bien ésta podría no garantizar las necesidades mínimas en caso de ser la única fuente disponible. De todos modos, muchas variantes del vegetarianismo como la que permite el consumo de huevos y de leche no plantean riesgo de carencia.
Por lo que se refiere al ácido fólico, su amplia distribución en alimentos de origen animal y vegetal facilita un aporte adecuado casi con independencia del tipo de dieta.
- Algo a tener en cuenta:
Ocasionalmente pueden darse casos en los que un aporte exagerado de ácido fólico (generalmente en forma de suplementos) enmascare una carencia real de vitamina B12 al evitar la aparición de algunos síntomas como la anemia o la diarrea. Esto es así ya que, ante la falta de vitamina B12, el ácido fólico queda paulatinamente inactivado. No obstante, la masiva llegada de ácido fólico activo permite mantener el ritmo de síntesis de ADN evitando la aparición de anemia perniciosa, diarrea y otros síntomas. Lo que no evitarán los suplementos es el paulatino deterioro del sistema nervioso y el cuadro de demencia, que seguirá avanzando mientras continúe la carencia de vitamina B12.
Para evitar que se produzca un enmascaramiento de este tipo la cantidad de ácido fólico que pueden incluirse en los suplementos vitamínicos está limitada.
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