Módulo 7.1. Minerales: concepto, funciones y clasificación. Los elementos mayoritarios.

*  La ingesta de calcio en las diferentes etapas de la vida

 

La niñez y la adolescencia son periodos críticos en los que resulta esencial satisfacer las necesidades de calcio a fin de permitir el establecimiento de un balance cálcico positivo entre el plasma y el tejido óseo que garantice la completa cohesión  y el crecimiento del esqueleto. Por este motivo, la ingesta recomendada de calcio es algo superior en la adolescencia que en la época adulta.

Desde el nacimiento, el hueso va acumulando materiales hasta llegar a su pleno desarrollo en el final de la adolescencia. Es entonces cuando se alcanza el pico de calcio, es decir, el  máximo contenido de calcio que tendrá el esqueleto a lo largo de la vida y que irá mermando progresivamente hasta niveles significativamente inferiores llegada la vejez. Lo que se deduce de esto es que, cuanto más alto sea dicho pico, mayor será la reserva vital de calcio y, en consecuencia, más prolongado será el periodo de mantenimiento óseo sobre un teórico umbral de riesgo. Tal premisa es una de las bases en torno a las cuales gira la prevención de la osteoporosis, es decir, maximizar  el pico de calcio mediante el su ingesta adecuada unida aportes suficientes de vitamina D durante la niñez, la adolescencia y la juventud.

El embarazo y la lactancia son situaciones que disparan las necesidades de calcio dado que el esqueleto y la dentadura maternos constituyen las principales fuentes de mineral, tanto para la formación ósea del feto, como para la fabricación de la leche. Este hecho implica una fuga de calcio que debe ser compensada con una mayor ingesta (las recomendaciones se sitúan en torno a los 1200-1500 mg diarios) a fin de evitar una merma significativa de las reservas que adelante la aparición de osteoporosis. Como dato ilustrativo, cabe decir que para producir medio litro de leche la madre debe desprenderse de unos 400 mg de calcio.

  • Algo a tener en cuenta:

Hasta hace pocos años, no era raro oír a algunas madres la siguiente expresión: “Perdí la dentadura a medida que fui teniendo a mis hijos”. Esto se explica debido a que la pérdida de calcio producida por el embarazo y la lactancia no fue adecuadamente compensada con la alimentación, de modo que el cuerpo tuvo que “exprimir” sus reservas de calcio, incluidas las del esmalte dental, hasta el punto de perder la dentadura.

La menopausia es otro de los momentos críticos en lo que respecta a las necesidades de calcio ya que coincide con la disminución progresiva de los niveles de estrógenos: hormonas que regulan entre otras funciones la fertilidad femenina. Uno de los efectos derivados de este cambio fisiológico es la mayor pérdida de hueso, lo cual justifica un incremento en las recomendaciones de ingesta cálcica, que se sitúan en torno a los 1.500 mg diarios.

  •  Algo a tener en cuenta:

En algunos casos los médicos prescriben tratamientos basados en la administración de estrógenos para aliviar los efectos adversos de la menopausia.

Algunos alimentos como la soja contienen pequeñas cantidades de esteroles vegetales con una estructura bioquímica parecida a la de los estrógenos, por lo que suelen recibir el nombre de fitoestrógenos. Aunque las evidncias científicas no son definitivas,  se ha relacionado el consumo regular de estos lípidos vegetales con una cierta mejora de los síntomas asociados a la menopausia.

La vejez es la etapa en el que los huesos presentan una menor proporción de calcio y de otros materiales mostrándose por ello más frágiles.  Con el fin de conservar en lo posible las ajustadas reservas, se recomiendan elevadas ingestas de calcio (en torno a los 1500 mg diarios), para alcanzarlas es habitual la administración de suplementos farmacológicos y, en ocasiones, de vitamina D.

  • Algo a tener en cuenta:

Uno de los tratamientos de la osteroporosis es la administración de hormona calcitonina la cual, como se ha comentado, favorece la fijación de calcio al hueso.

  • Algo a tener en cuenta:

El consumo de grandes cantidades de calcio durante la vejez no es útil para revertir de osteoporosis  sino únicamente para retrasar su evolución. En este sentido conviene recordar que la prevención de la enfermedad se basa en retrasar el ritmo de pérdida de hueso para lo cual debe garantizarse una ingesta idónea de calcio, no sólo en las  épocas de mayor riesgo, sino durante toda la vida.

A continuación se presenta un ejemplo de menú con un contenido adecuado en calcio para la persona adulta.

VOLVER AL ÍNDICE

Páginas: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50